LA BUTACA ENCONTRADA

Aquí donde la veis, esta butaca fue encontrada en un contenedor de basura, ahí abandonada sin más, pero una de nuestras alumnas decidió que allí no se podía quedar ya que vio en ella muchas posibilidades.

El asiento estaba muy deteriorado y decidió restaurarlo, fue un trabajo tedioso ya que hubo que desmontarlo entero.

Si, si es la misma butaca que esta arriba, pero aquí nuestra alumna ya había comenzado la restauración. Lo primero era limpiarlo y quitarles ese barniz sintético que tenía para poder dejarlo con su color natural y poder disfrutar de todo su esplendor. Este proceso fue largo y pesado, hubo mucho que lijar para conseguir llegar a este aspecto.

Tras este proceso nuestra alumna tuvo que cerrar los poros con un material llamado esparto. Se le dio un color lo mas natural posible dándole varias capas de tinte a base de gomalaca. Por último, cariñosamente se protegió la madera con cera natural de abeja.

Con los asientos y el respaldo realizo el mismo proceso que con la butaca, pero en el asiento tuvo que desmontar la rejilla para sustituirla por una nueva.

Nuestra amiga decidió que el enjuncado lo iba a realizar con cordón de algodón natural, en lugar de lo que habitualmente se utiliza que es el junco. Decidió darle su toque personal de una manera extraordinaria y sorprendente.

Sorprendente verdad?, este es el resultado de la butaca encontrada, quien le iba a decir a esta butaca que tras ser tirada en un contenedor iba a recibir tantos mimos y un nuevo uso.

Si queréis aprender a restaurar muebles y darles una nueva vida, preguntarme sin compromiso.